viernes, 6 de julio de 2012

QUÉ ES EL MIEDO?





El Miedo es una emoción fundamental. El miedo es lo que permitirá que haya reacciones químicas en el organismo, a nivel de las hormonas y de los neurotransmisores cuando, de repente, algo muy peligroso se interpone entre nosotros, y la consecuencia de esta emoción es que nos puede permitir saltar cuatro metros para ponernos fuera de peligro. Por eso esta noción de miedo es importante.
Sin embargo, en nuestra historia de niños, no lo entendemos siempre, no podemos siempre expresar como hemos tenido miedo, porque a un niño le da miedo todo lo que no conoce. Este niño a veces, si quiere explicar lo que le ha pasado, se le dice: ¡no, no pasa nada, es esto, lo otro, le explicamos!. Los padres tienen miedo de que el niño sea miedoso, entonces cortan el miedo del niño, no quieren saber nada y el niño no puede o no sabe expresarlo. Están indefensos delante del sufrimiento de este niño y le dan soluciones, pero realmente no se escucha al niño en lo que ha vivido. Se le dice que no pasa nada, no es tan importante. Pero para un niño sí que es importante.
Vamos a tener grabadas en nuestra historia, algunas cosas que no hemos podido contar nunca a nadie y que en realidad sí que son importantes porque nos hemos construido con estas historias. Y la vida nos va a reactivar estas historias. Por ejemplo, cuando tenemos un resfriado, el resentir o volver a sentir es: “hay amenazas en el aire”. Toca la mucosa nasal se ha especializado en los olores en el aire. El olfato se desarrolla durante la vida uterina y durante los primeros años, el universo del niño es un universo de olores. Este niño ha memorizado los olores cuando está en peligro y si está separado del padre o de la madre está en peligro.
Puede imaginarse todos los riesgos de resfriarse hoy en día, porque el Córtex se acuerda de cualquier olor. Y no sabemos por qué, de repente nos resfriamos. Pensamos que hemos tomado el microbio del vecino, pero en realidad lo que ocurrió es un pequeño recuerdo que está dentro de nosotros mismos.
Es importante establecer qué es lo que nos ha puesto en peligro, puede ser algo muy sutil. El resfriado se para.
                                Por Enric Corbera – Extraído del libro “Tratado de Biodescodificación”