Ruediger Dahlke (Médico y psicoterapeuta
alemán, estudió medicina en Munich, Alemania, se formó como médico naturista, Psicoterapeuta
y como Homeópata) nos
enseña que “el estado de salud no se puede alcanzar del todo porque no es una
meta inamovible, de la misma manera que nada que es auténtico permanece quieto,
todo fluye. Sin embargo, todo flujo contiene un ritmo, y lo importante es que cada
cual encuentre el suyo. Cada persona es diferente, por lo tanto no existen
reglas generales para todo el mundo. Es importante escucharse, y ahí
encontrarás las leyes de la vida y de la salud.”
Aporta estas tres reglas básicas
para lograr la salud:
1. Encuentra tu
verdadera esencia y deja que florezca
Pregúntate quién eres. Tu camino no
tiene que ser el adecuado para los demás. Es mejor cometer los propios errores
que vivir las virtudes de otras personas. Esas personas que hacen lo que se
supone que se debe hacer o que viven los proyectos de otras (sus padres, su
pareja, etc.) descuidan su propio camino y se alejan cada vez más de sí mismas,
y no es extraño que empiecen a aparecer síntomas de malestar o, como se
denomina comúnmente, “enfermedades”. Estas enfermedades obligan a dar marcha
atrás, o incluso a volver a empezar, puesto que eso es lo que la enfermedad
está intentando decirte. No existe salud real y completa cuando no se está
viviendo la propia vida.
2. Sé consciente
de tus miedos
Te impide liberarte y fluir con la
corriente de la vida. El miedo exige continuamente reglas con las cuales poder
atormentarte. Pero gracias a la ley de la polaridad (una de las dos leyes
globales de la vida, junto con la ley de la atracción), el miedo lleva también
implícita la solución. Puedes cambiar las tornas: encamínate hacia tu miedo y
verás como te conduce a tu verdadera esencia. Casi siempre lo que más miedo te
da es lo que te fascina y te maravilla -si decides encararlo-, lo que te supone
un desafío. Si es así, eso es lo que tienes que seguir; pero cuidado, no dejes
que se convierta en una rutina.
3. No sigas
estando sujeto a normas o principios que ya no te aportan nada
Todas las cosas, y sus reglas,
tienen su tiempo. Cuando las reglas empiezan a obstaculizar el fluir de la
vida, y en lugar de fomentar el crecimiento lo que haces es ponerle trabas,
entonces es el momento de darles las gracias y soltarlas, para evitar así la
enfermedad y seguir manteniendo la verdadera salud.