Entrevista a Jean-Pierre Garnier Malet, padre de la
teoría del desdoblamiento del tiempo, publicada en La Vanguardia. - 30/09/2011
- Tengo 70 años. Vivo en París. Casado, 2 hijos y 3
nietos. Soy doctor en Física, mi especialidad es la mecánica de los fluidos. La
política debe sustentarse en la tolerancia. Tengo la certeza de que hay que
pensar en los demás como nos gustaría que los demás pensaran en nosotros.
- Su teoría ¿está avalada por la ciencia?
- La respetada revista American Institute of Physics
de Nueva York y su comité científico la han validado publicándola en el 2006
porque es una teoría que ha permitido, primero, prever, y luego, explicar la
llegada de planetoides al sistema solar. ¿Quiere que le explique para qué sirve
la ley del desdoblamiento del tiempo?
- Sí, pero sencillito.
- Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un
segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo
imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al
tiempo consciente.
- ¿Y todo eso sin enterarnos?
- Exacto. Tengo una síntesis instantánea de un
análisis que he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello.
- ¿Así funciona el tiempo?
- Sí, en cada instante presente tengo un tiempo
imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi
tiempo real lo realizo.
- ¿?
- Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo.
Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro
se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles
siempre hay un instante imperceptible.
- ¿Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por
segundo?
- Sí, la número 25 no la vemos, es subliminal. En
publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en
nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que lo subliminal es accesible a
nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y
la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema
solar.
- Tenía entendido que las leyes de la cuántica no se
aplicaban a las cosas grandes.
- El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da
como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo
imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo
transmite al que vive en el tiempo real.
- ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?
- Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo
cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el
presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y
está perfectamente demostrada.
- ¿Estoy desdoblada como la partícula?
- Sí. Y sabemos que, si tenemos dos partículas
desdobladas, ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los
intercambios de energía de información utilizan velocidades superiores a la
velocidad de la luz. ¿Conoce el principio de los gemelos de Langevin?
- No.
- En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo
viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto.
A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50 años: en 1970, gracias a los
relojes atómicos, se comprobó esa ley.
- Entonces, en ese tiempo imperceptible pasó mucho tiempo.
- Exacto: si puedo viajar a velocidades prodigiosas,
un microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he
ido, puesto que he estado ausente un microsegundo.
- Estupenda propiedad, ¿pero quién es el que viaja?,
¿yo?
- Existe otra propiedad conocida en física: la
dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular
(cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de
ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias.
- ¿Y cómo asimilamos esa información?
- En el sueño paradoxal, cuando estamos más
profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el
intercambio entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio
el que le permite arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que hace
que al día siguiente su memoria esté transformada.
- Vaya.
- El intercambio se realiza a través del agua del
cuerpo. Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de
supervivencia y la intuición.
- ¿Fabricamos potenciales por medio de nuestro
pensamiento?
- Así es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese
potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera
que la conclusión es: "No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras
que los demás pensaran en hacerte a ti". No es una ley moral ni
filosófica, es una ley física.
- Es difícil controlar el pensamiento.
- De día, mucho; pero justo antes de quedarnos
dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos: esa
es la manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para
pedirle que solucione los problemas.
- ¿Es como una oración?
- No: es una relación, y hay que dejar totalmente las
riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar
potenciales no deseados, sino que también nos guía los pensamientos del día
siguiente.
- Asombroso.
La teoría del desdoblamiento del tiempo permitió
explicar la llegada de planetoides cerca de Plutón, pero Garnier va mucho más
allá y nos cuenta que esa ley es aplicable a nuestra vida: "Tenemos un
cuerpo muy bien hecho que nos permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el
futuro, arreglarlo y volver para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos
la capacidad de arreglar ese futuro que hemos construido durante el día.
Podemos ver los peligros antes de vivirlos por medio de la intuición, y
borrarlos".
Algunas claves para comprender y aplicar la Teoría del
Desdoblamiento
- Todos tenemos un doble.
- Nuestro doble no es el cuerpo astral o etérico. Es
verdaderamente nuestro “yo”, en otra dimensión.
- Todo ocurre en el eterno ahora.
- La información con nuestro doble se intercambia
mediante aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas temporales”
imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran
hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.
- Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El
cuerpo visible explora el espacio en nuestro tiempo. El otro, generalmente
imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.
- De manera esquemática podemos decir que un cuerpo
energético informa a nuestro cuerpo físico. Toda partícula emite y recibe
ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.
- El presente actualiza futuros potenciales creados
por el pasado. Un cambio de pensamiento de un segundo crea numerosos
potenciales de equilibrio en un tiempo acelerado, cuya síntesis instantánea en
nuestro tiempo, conllevaría una puesta en forma o recuperación rápida de
apariencia milagrosa.
- Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro
futuro y, por aperturas imperceptibles entre los dos tiempos, intercambios
permanentes de informaciones nos llevan por el buen camino.
- Es recuperando el principio vital de intercambio de
informaciones con nuestro “doble” durante nuestros sueños, que podremos por fin
conocer el objetivo de nuestra vida y encontrar el equilibrio capaz de
reconducirnos a él.
- Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar
con nosotros para transmitirnos los mejores instintos de supervivencia, ya que
él viaja al futuro y nos transmite la información.
- Tenemos varias potencialidades en nuestro futuro. Se
trata de escoger la mejor para beneficio nuestro y de nuestro planeta,
aprendiendo a recibir las informaciones de nuestro “doble” y no empezar a poner
en duda su existencia.
- No hay necesidad de recordar los sueños. Basta con
prepararnos a “bien soñar” por la noche para vivir bien durante el día,
modificando nuestros pensamientos (siempre en positivo).
- Momentos antes de dormirnos podemos ponernos en
contacto con nuestro “doble”, exponerle nuestros problemas y pedirle que busque
la mejor solución posible (de entre los posibles futuros). ¿Recuerdan la frase
"lo consultaré con la almohada"?
- Tener total confianza en que tu “doble”, te lo va a
resolver de la mejor manera posible (ya que tu doble eres tú en otra
dimensión). Tener la “certeza” de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de
total despreocupación y confianza. No pensar en hacer a los demás lo que no
quieras que los demás piensen en hacerte a tí. Estar muy atentos a las señales
que nos da la vida. Saber escuchar los “avisos”.
- Estas informaciones provenientes de las “aperturas
temporales” imperceptibles nos permiten mejorar nuestro presente. Son siempre
tan rápidas que nos llegan bajo la forma de intuiciones, sugerencias y
premoniciones.
- El control de las aperturas temporales cambia
nuestras noches y también nuestra vida. Además es un medio muy eficaz para ya
no estar angustiados o deprimidos frente a una situación delicada, a condición
de saber cómo y por qué proceder. En efecto, el saber que el día siguiente será
mejor nos alegra el corazón, el estrés desaparece y con él las enfermedades. El
dirigir nuestra vida es nuestra responsabilidad.
- Es preciso ser dos para intercambiar información:
uno de ellos viaja entre su presente y su futuro. El otro entre ese futuro (que
es su presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro). Así pues,
las tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son
accesibles al mismo tiempo por intercambios de información en las aperturas
temporales.
- Nuestro doble es un explorador o mensajero. Está ahí
para asegurarnos el mejor presente a cada instante. Está listo para darnos
todas las informaciones necesarias en cuanto se lo pidamos. Puesto que “él” es
“yo”, está siempre dispuesto a crearnos el mejor porvenir.
- Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo
momento y en todo lugar, esta confianza se vuelve un automatismo saludable.
- Nuestro doble tiene la capacidad de explorar
lentamente nuestro futuro, en un tiempo tan rápido que no nos damos cuenta de
ello. En nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de sugerencias
inmediatas, que crean nuestra intuición.
- El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de
darnos cuenta, nos da la sensación de saberlo todo intuitivamente, sin tener
que pensar en nada.
- Nuestro cuerpo es un receptáculo de informaciones
necesarias que nuestro “doble” llena en cuanto puede. Todas nuestras células
obedecen a la voluntad de este otro yo, que espera nuestro consentimiento para
venir a visitarnos.
- Su benevolencia es incuestionable porque “él” es
“tú”, y siempre lo será puesto que te asegura la vida después de la muerte, en
otro tiempo, pero como es imperceptible lo hemos olvidado. Es buscando y
reencontrando el contacto con nuestro “doble” que podremos equilibrarnos y
entender el objetivo de nuestra vida terrestre.
- ¿Cómo proyectamos nuestro futuro? La anticipación es
un principio vital. Es con nuestros pensamientos que proyectamos nuestro
futuro. Si vamos por la calle y alguien nos da un empujón y pensamos ¡lo
mataría!, este pensamiento ya está abriendo un futuro potencial asesino para
nosotros en nuestras aperturas temporales.
Esto lo podemos modificar con un sencillo intercambio
de información: con un pensamiento contrario y tranquilizador. Así reina la paz
en el futuro. La ley de los tiempos es sencilla: “Si nadie en la Tierra pensara
en matar, no existiría ningún futuro potencial asesino y la actualización de un
asesinato sería imposible”.
Todo depende, pues, de nuestro modo de vida y de
nuestros pensamientos que crean el conjunto de nuestras posibilidades de futuro
y eso durante los aproximadamente veinticinco mil años de nuestro
desdoblamiento actual.
Nuestro doble puede modificar los futuros que nosotros
hemos creado, siempre a petición nuestra.
Cuando le damos las gracias, él entiende que va por
buen camino y no duda en seguir adelante con lo que ha empezado, en función de
las informaciones que recibe de su pasado.
- Restablecer un cuerpo enfermo o acallar una mente
angustiada viene a ser cambiar el futuro y consecuentemente cambiar el mundo.
El quejarse o lamentarse crea inmediatamente en el futuro algo del que poder
quejarse o lamentarse.
- El intercambio de informaciones con un doble no es
mágico ni peligroso. Lo peligroso es ignorar la forma de controlar las
informaciones que nos llegan a cada instante y de vivir según nuestra
conciencia, sin saber quién la llena de pensamientos subliminales sin interés
alguno.
- La única dificultad proviene de la forma de pensar,
pues no estamos acostumbrados a colocar el futuro antes que el presente. Esta
nueva noción del tiempo va a conmocionar el fundamento mismo de todos nuestros
pensamientos.
- Dejando nuestro sueño en manos de nuestro doble, es
como encontramos o recobramos un equilibrio corporal y, sobre todo, y a su vez,
planetario.
Aquél que se mantiene en contacto con su doble, no
teme al futuro, cosecha sólo informaciones capaces de crear y de recibir las
mejores posibilidades futuras individuales.
Equilibrándose de esta manera, equilibrará al planeta
cuyo futuro potencial colectivo mejorará poco a poco. Sólo nuestro doble es
capaz de volvernos a dar las ideas que eran las nuestras cuando nacimos.
- Es importante ser conscientes de nuestro último
pensamiento antes de quedarnos dormidos, pues es el que nos dirige al tiempo
ralentizado de nuestro doble.
Es el agua de nuestro cuerpo la que almacena y
restituye las informaciones. El enfocarnos demasiado en nuestros problemas
atrae las energías futuras responsables de nuestras dificultades. Si intentamos
encontrar nuestras soluciones de esa manera, atraeremos futuros que pueden no
ser los más adecuados. Sin embargo, si pedimos a nuestro doble que resuelva
nuestros problemas y clasifique las soluciones, lo atraeremos hacia nosotros y
nuestros sueños serán benéficos siempre que aceptemos su solución, con una
confianza absoluta, con gratitud y en la certeza de que es el mejor futuro
posible.
La mejor manera de quedarnos dormidos es pedir a
nuestro doble que nos envíe el mejor futuro que hemos podido crear. "Que
se haga tu voluntad". El dejar nuestro lugar de director de orquesta a
nuestro doble nos adormece más rápidamente que nuestros deseos o proyectos.
Simplificándolo en una sola palabra, sería "encomendarnos".
- Nuestra encarnación en la tierra tiene como objetivo
permitir a nuestro “doble” arreglar los futuros que hemos perturbado. Le
servimos de trampolín hacia el futuro que deberíamos construir según sus
consejos. De esta manera el Apocalipsis volvería a encontrar su sentido
etimológico de descubrimiento maravilloso de lo escondido. El planeta sólo
actualizaría futuros beneficiosos para todos.