Sordera selectiva: un oído funcional y fisiológicamente sano puede no oír
lo que le conviene o no entiende. O como dice Friedrich Nietzsche, “Un hombre
no tiene oídos para lo que no le ha dado acceso la experiencia”
Hay personas que a pesar de no padecer sordera escuchan
“zumbidos…
Los “zumbidos” pueden simbolizar un negarse a escuchar la propia voz
interior. Confusión entre el intelecto y la intuición. Miedo a perder el
equilibrio y el control de sí mismo.
Una visión positiva sobre la sordera
En el sentido positivo, representa la oportunidad de establecer por fin un
diálogo interior una vez que falta el exterior. Por ejemplo, Bethoven y
Smetana, crearon obras de arte musicales a pesar de su sordera, oyendo su voz
interior.
Parece ser que los oídos son para escuchar tanto lo que nos gusta como lo
que nos disgusta. Para aprender a obedecer a la propia voz interna y también a
la externa. Lo que nos molesta no es lo que se dice, sino la percepción que
tenemos de ese mensaje. Desde ese punto de vista hacemos “oídos sordos” para
evitar tener que obedecer o para no escuchar los problemas de nuestros seres
queridos
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